La boda de Nerea y Antonio son de esas bodas que tienen un color especial, Toledo 28 de Noviembre lo dice todo.

Recuerdo la primera conversación que tuve con ellos, quedamos para tomar algo y charlar sobre su boda en un Vips de Madrid.

Antonio me contaba que no le gustaba nada hacerse fotos y que querían una boda natural y sin posados. Me hicieron saber que no les gustaban los típicos reportajes de boda.

 

Noviembre es uno de mis meses favoritos y los astros se alinearon para que tubieran un día perfecto, calido y luminoso en Toledo una ciudad preciosa y que por suerte conozco bien, tan antigua, tan desgastada, con tantos matices y llena de cultura.

Fué una boda muy alegre, llena de sonrisas, y también lagrimas de emoción, mucha complicidad entre ellos. Nos lo pasamos muy bien y esperamos que seais muy felices en esta nueva aventura.